En este mes, en el que se ha celebrado el Día internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales me gustaría hablar un poquito más en profundidad sobre ello.
El duelo perinatal es una de las experiencias más dolorosas y profundas que puede vivir una familia. Se refiere a la pérdida de un bebé durante el embarazo o poco después del nacimiento. Este tipo de duelo, a menudo invisible para la sociedad, conlleva una carga emocional, física y espiritual intensa para padres y madres (y en muchas ocasiones la familia extensa: abuelos, tíos…).
El acompañamiento durante esta etapa es fundamental para ayudar a las familias a transitar el dolor y dar sentido a la experiencia.
En este artículo, me centraré en cómo brindar un acompañamiento holístico e integrativo a la madre y su pareja durante el duelo perinatal, teniendo en cuenta sus necesidades emocionales, físicas y espirituales.
Comprendiendo el Duelo Perinatal
El duelo perinatal no solo implica la pérdida física de un bebé, sino también el duelo por las expectativas, los sueños y el futuro que los padres habían imaginado para ese hijo. Es un dolor multifacético, donde las emociones como la tristeza, el enojo, la culpa y la desesperanza se entrelazan.
Cada individuo vive el duelo de manera única, y es importante respetar los tiempos y las emociones de cada uno. Además, es común que la sociedad minimice este tipo de pérdida o espere que los padres se recuperen rápidamente, lo que añade una capa extra de aislamiento y sufrimiento.
¿Cómo acompañamos a la madre?
La madre que ha perdido un bebé en gestación o después del nacimiento atraviesa una experiencia física y emocional devastadora. Además de la pérdida emocional, también sufre cambios hormonales, el dolor físico y la ausencia del bebé que había estado creciendo en su vientre (independientemente del tiempo que lo haya tenido en su vientre). El acompañamiento a la madre debe tener en cuenta tanto el aspecto físico como el emocional y espiritual.
- Cuidado físico y recuperación
- Atención médica: Tras la pérdida, la madre necesita atención médica para asegurar su recuperación física.
- Apoyo en la alimentación y descanso: La madre suele necesitar ayuda para regular su descanso y alimentación, debido al impacto del duelo en su bienestar físico. El cuerpo sigue recuperándose de la gestación y el parto, y es crucial acompañarla en ese proceso.
- Promoción de autocuidado: Tras esta pérdida suelen descuidar su propio bienestar. Fomentar pequeñas rutinas de autocuidado puede ayudar, como paseos suaves, yoga, respiración consciente o cualquier actividad que las conecte con su cuerpo de manera amorosa.
2. Apoyo emocional y psicológico
- Escucha activa y validación emocional: La madre puede necesitar hablar sobre su experiencia muchas veces. Acompañarla significa ofrecer una escucha empática, sin juicios, y validar su dolor, sea cual sea la forma en que lo exprese.
- Terapia emocional: Considerar el apoyo de un psicoterapeuta especializado en duelo puede ser clave para la madre. La terapia puede ayudarle a procesar las emociones complejas y evitar que el dolor se cronifique en sufrimiento.
- Espacios de expresión: Algunas mujeres encuentran consuelo en la escritura, el arte o incluso en rituales simbólicos, como plantar un árbol o crear un recuerdo físico del bebé. El acompañamiento debe fomentar estas vías de expresión y sanación.
3. Apoyo espiritual
- Exploración de creencias: El duelo perinatal puede desafiar las creencias espirituales de la madre. Ofrecer un espacio donde pueda reflexionar sobre el significado de la pérdida desde su propio marco espiritual o religioso es esencial. Algunas madres encuentran consuelo en rituales simbólicos o ceremonias que honran la vida del bebé perdido.
- Acompañamiento en la búsqueda de sentido: Ayudar a la madre a encontrar un sentido o propósito en su pérdida, respetando su ritmo, puede ser una parte clave del proceso de sanación.
¿La pareja necesita acompañamiento también? Claro que sí.
La pareja también sufre el duelo, aunque muchas veces su dolor se pasa por alto. Tradicionalmente, se espera que sean el sostén emocional de la madre, pero es importante reconocer que ellos también necesitan ser acompañados. Un enfoque holístico e integrativo contempla su dolor y las formas en que pueden procesarlo.
- Validación de su duelo
- Reconocimiento emocional: La pareja también está de duelo y su dolor merece ser reconocido. A menudo, las parejas pueden sentir que su pérdida no es «tan grande» como la de la madre, pero es fundamental hacerles ver que su dolor es igualmente válido.
- Fomentar la expresión de emociones: Muchos hombres, por ejemplo, pueden sentir la presión de «ser fuertes» y no mostrar sus emociones. Crear espacios donde la pareja pueda compartir su dolor de manera abierta y sin juicio es clave para su proceso de duelo.
2. Apoyo en su rol como acompañante
- Educación sobre el duelo perinatal: Informar a la pareja sobre las etapas y las emociones del duelo puede ayudarles a comprender mejor lo que ambos están atravesando. Saber que el duelo no sigue un camino lineal y que las emociones fluctuarán es vital para manejar la frustración o incomprensión.
- Fomentar la comunicación en la pareja: En momentos de dolor intenso, es común que las parejas se distancien emocionalmente o que procesen el duelo de maneras diferentes. Facilitar el diálogo entre ambos sobre cómo se sienten y qué necesitan puede ayudar a fortalecer la relación.
3. Cuidado personal y soporte externo
- Espacios de autocuidado y apoyo propio: Así como la madre necesita cuidado, la pareja también necesita tiempos para cuidar de su propio bienestar. Esto puede incluir terapia individual, grupos de apoyo o momentos de re-conexión donde puedan recargar energías.
- Red de apoyo externa: A veces la pareja puede necesitar buscar apoyo fuera del círculo íntimo, ya sea a través de amistades, familiares o profesionales de la salud mental. No deben sentirse culpables por necesitar tiempo para sí mismos mientras acompañan a la madre.
4. Un Enfoque Integrativo: La Familia como Unidad
El duelo perinatal no solo afecta a la madre y su pareja, sino también a otros familiares, como los abuelos, hermanos u otras personas cercanas. Es fundamental ofrecer un apoyo que considere a la familia como una unidad que está viviendo el duelo, ayudando a que todos puedan procesar el duelo de manera saludable.
Es importante informar a los miembros de la familia sobre la importancia del duelo perinatal, evitando minimizar la pérdida o imponer expectativas sobre cómo deben recuperarse quienes atraviesan el dolor. Ofrecer espacios donde la familia pueda expresar sus emociones y encontrar maneras de apoyar sin juzgar es esencial para acompañar de manera holística.
A modo de conclusión, el duelo perinatal es una experiencia devastadora que requiere un acompañamiento sensible, holístico e integrativo. Es crucial entender que se necesita apoyo en todas las dimensiones de su ser: física, emocional, mental y espiritual. Al ofrecer un acompañamiento respetuoso y consciente, ayudamos a las familias a encontrar formas de sanar, honrar la vida de su bebé perdido e ir adaptándose, al ritmo necesario, a la nueva realidad.
Para quien lo ha vivido sabe perfectamente el dolor que se siente, y este artículo puede ayudar a muchas personas a salir adelante, cubre todos los ámbitos, espiritual, físico y emocional.Gracias
Muchas gracias por el comentario y por leer mi contenido. <3